La luna
La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.
Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.
JAIME SABINES
Suspiros/Whispers
YO SOY
Yo soy la repartidora de flores.
Mi canasto nunca se vacía.
Mis pétalos son blancos, en ellos llevo mensajes.
Mi lenguaje es el de los lirios.
Mi danza es la danza del viento.
Mi aroma es tu reflejo.
Soy la primavera interior.
Soy del Reino de las Flores
Amarte en la ausencia del miedo, sin ruido, sellarte en mi pecho con tu abrazo y mi olfato a tu cuello, mis párpados en tu piel cálida, sentir tu corazón, permanecer callados, respirarte… traspasar con los sentidos el tiempo, la razón, el ruido… por un momento, al menos por un momento.
Que nada nos corrompa…
Que el dolor no nos corrompa...